Visitando San Petersburgo: la avenida Nevsky (I)

“Una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes”, este consejo suelen atribuírselo al Dalai Lama. Desconozco si fue él su autor, pero yo llevo algún tiempo poniéndolo en práctica y resulta enriquecedor en todos los aspectos. Nuestro viaje anual en 2017 lo disfrutamos por tierras rusas. Un destino que nos apetecía desde hacía tiempo, y que preparamos con bastante antelación debido a la necesidad de tramitar visado. Nueve días repartidos entre San Petersburgo y Moscú de puro disfrute. Dos ciudades grandiosas, diferentes entre sí y sorprendentes. Si os apetece descubrirlas un poquito, os invito a seguir leyendo esta y las próximas entradas. Espero que os resulten amenas e interesantes. Esta es la crónica sobre nuestra estancia en…

SAN PETERSBURGO

Llegamos al aeropuerto de Púlkovo a media tarde. Nuestro hotel está al lado de la Avenida Nevsky, el corazón de la ciudad y su calle más comercial. Después de instalarnos, y antes de que oscurezca, salimos a recorrerla.

PASEANDO POR LA AVENIDA NEVSKY

La más famosa avenida de la ciudad, con más de 4 kilómetros de longitud, une el Almirantazgo con la estación central de trenes, y la cruzan tres canales: Moika, Gribóedov y Fontanka. Constantemente transitada de gente, está salpicada de bellos edificios.

Un buen ejemplo de ello es el precioso Palacio Beloselski-Belozerski

Cruzando el puente Anichkov sobre el río Fontanka, veremos las estatuas ecuestres más queridas por los petersburgueses. Realizadas por el escultor Pyotr Klodt estos majestuosos caballos fueron un encargo del zar Nicolás I. Durante la Segunda Guerra Mundial se guardaron en los sótanos del palacio Anichkov para que no fueran destruidas.

Algo escondido por estar al fondo de un pasaje porticado, nos encontramos con el Cine Aurora. Inaugurado en 1913, fue uno de los más modernos y lujosos de Rusia. En sus inicios se proyectaban películas de cine mudo con orquesta tocando en directo. Conserva su interior histórico, y es como un museo del cine.

Otro impresionante edificio es el de los grandes almacenes Eliséev. Construido entre 1902 y 1907 para la empresa de los hermanos del mismo nombre, poseedores de todo un imperio de tiendas de alimentos exóticos, vinos importados y “delicatessen”. Su interior es una obra de arte de estilo modernista, y en las esquinas del edificio podemos ver las esculturas del Comercio, Industria, Arte y Ciencia.

Justo en la acera de enfrente está la plaza Ostrovskovo, donde se sitúa la estatua de Catalina la grande realizada en 1873, y a sus espaldas podemos ver el Teatro Alexandrinsky

Casi a continuación nos encontramos con el edificio de la Biblioteca Nacional Rusa. Sucesora de la Biblioteca Imperial fundada por Catalina la Grande en 1795, alberga alrededor de 35 millones de documentos, fundamentalmente sobre historia y cultura rusas.

 Merece la pena entrar en la Galería Passage para admirar su arquitectura, construida en 1848, es una preciosa galería comercial cubierta de dos plantas, con techo de cristal y de estuco.

Pero el centro comercial más grande de San Petersburgo es sin duda Gostiny Dvor , una impresionante mole de casi un kilómetro de perímetro. Se construyó en la época de Catalina II, y antes de la revolución de 1917 se concentraban en él hasta nueve mercados. Hoy en día alberga más de 300 tiendas en su interior.

Seguimos nuestro paseo hasta toparnos con la iglesia armenia de Santa Catalina, que pasa un poco desapercibida al encontrarse al fondo de una callejuela.

Al lado ya del canal Gribóyedov, podemos ver otro edificio emblemático, La Casa Singer, construido entre los años 1902 – 1904 para la famosa empresa alemana de máquinas de coser. De estilo Art Nouveau, acoge la Casa del Libro, la librería más famosa de San Petersburgo, y el café Singer.

Justo enfrente de la Casa Singer está la Catedral de Kazán, una de las iglesias mayores de la ciudad. El edificio original fue mandado construir por Pedro el Grande, para custodiar el icono de Nuestra Señora de Kazán que apareció milagrosamente en 1579. El templo actual construido sobre la antigua iglesia se levantó entre 1801 y 1811. Destaca sobre todo por su impresionante columnata.

Siguiendo nuestro camino, y ya junto al río Moika, nos encontramos con el Palacio Strogonov, construido en 1753 por Rastrelli en un delicado estilo barroco. En él se expone parte de la colección de artes decorativas del Museo Ruso.

Llegamos al final de esta impresionante avenida donde se sitúa el Almirantazgo. Con su aguja de 73 metros de alto es uno de los puntos característicos del horizonte peterburgués.

El paseo nos ha abierto el apetito, es hora de cenar y lo hacemos en un estupendo restaurante de cocina caucásica que no dudo en recomendaros. Mamaliga, menú variado, platos sabrosos y muy buena relación calidad/precio. Y si os encantan el té y las infusiones tanto como a mí estáis de suerte, pues en muchos restaurantes tendréis la opción de acompañar la comida con esta bebida servida en generosas teteras de cristal 🙂

Desandamos el camino de regreso al hotel al tiempo que disfrutamos de la preciosa iluminación nocturna de los edificios principales. Nevsky es preciosa de día y también de noche. Una avenida que no duerme, en constante bullicio.

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    Para visitar el Hermitage pincha sobre la matrioska azul.

Hermitage

10 opinións sobre “Visitando San Petersburgo: la avenida Nevsky (I)

  1. Pingback: Visitando San Petersburgo: el Hermitage (II) | Marieta, pásame la receta!

  2. Precioso el articulo!!! 🙂 Siempre me sorprendía la multitud de gente aquí, en España, que se interesa por mi tierra (soy rusa). Con tu permiso, @Marieta, voy a compartirlo en mi página tambén 🙂 Saludos.

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